jueves, 29 de octubre de 2009

La Tormenta

Algo anticipaba su llegada,
olía a tierra húmeda y el ambiente enrarecido me había provocado dolor de cabeza.
Apareció por donde menos se la esperaba,
de la mano de un viento fresco que abrió la puerta con ligereza,
pero que mal tiempo anunciaba.
Un relámpago y se hizo todo oscuro,
cuando volvió la luz ahí estaba,
erguida, altiva,
sinuosas formas de mujer que ascendían en el cielo,
negro , blanco y negro
se hallaba suspendida en la barra,
terminándose un café.
Al acercarme la estática me puso los pelos de punta,
"¿quieres algo de beber?"
"No, tengo resaca".
Una fina lluvia empezó a recorrerme el rostro.
Quise acompañarla,
buscaba El Viento que a otro bar la llevaba.
Me pareció dibujarse en la nube una mirada
estrecha, penetrante.
Una mano descendió hacia mi mano,
apenas pude acariciarla pero era suave y cálida,
tormenta de verano despistada.
Al despedirse sonó un trueno que me sobrecogió el alma.

2 comentarios:

JM Wela dijo...

basado en hechos reales, presumo.

Yago dijo...

Presumes bien presumido.
Estoy en plena lectura de tu corto-relato, ya te cuento.